SEGUIIS! :) ^.^ (:

19 mar 2011

Al bajar del Avión

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La llegada al aeropuerto fue genial.  Unos minutos antes de aterrizar,  una azafata que hablaba un inglés perfecto, aunque no era raro, estábamos en el aeropuerto de Londres, anunció el fin del vuelo. Al salir, al lado de la otra azafata, la que repetía: “Good Bye” cada vez que salía un pasajero, un chica llamada Rebecca que tenía una camiseta con el logo de la residencia a la que iba alzaba la mano saludándome y haciendo un gesto para que me acercara a ella. Se presentó y me dijo que era la encargada de recoger a las chicas de la 215, Lucia, Ruth y Angy. Esperamos en una cafetería, me habló sobre la residencia y comentó que también sería mi “supervisora” en el campus de estudiantes. Al cabo de una hora o así, llegaba el vuelo de Ruth. Otra vez el mismo procedimiento. Nos fuimos a esperarle al lado de la puerta y cuando llegó nos presentamos y nos fuimos a sentarnos. Unos 20 minutos después, otra vez el mismo ritual para ir a buscar a Lucia. Volvimos a la cafetería, después a los lavabos y por último llamaron a Rebecca, teníamos el coche en la puerta. Cada una con su equipaje, nos dirigimos a la puerta y nos despedimos del aeropuerto. Era cierto, justo delante de la entrada, un coche negro 5 plazas con un maletero gigantesco estaba esperando nuestra llegada. Entramos y empezamos a hablar entre nosotras tres de lo que nos parecía ir al internado, los gustos que teníamos, qué se nos daba bien, el motivo de entrar en la residencia,… un buen rato después, llegábamos a nuestro destino. Salimos del coche cargadas con las maletas y Rebecca nos guió a la habitación que nos tocaba, la 215, pronto me acostumbraría a ése número.  Parecía que nosotras 3 nos llevábamos bien. La habitación era muy sencilla, la pared pintada de amarillo lima clarito, una litera y una cama individual de madera clara, tres llaves colgadas en el amplio armario blanco, distintas sábanas y cojines en la cajonera. Pronto nos acostumbramos a ése espacio. A mí me tocó la cama individual. Cada una dejó sus cosas. Ruth puso un peluche en su cama, sus libretas en una estantería, un marco de fotos de su familia en la ventana y poca cosa más. Lucia, llenó la mitad del armario con su ropa, puso unos cuantos libros de aventuras en la estantería y cambió sus sábanas. Yo, puse mi osito Pepe en la cama, un par de prendas en el armario, dejé mi ropa interior en el cajón de la mesilla, puse una foto de mis amigas Lara y Jessica en la estantería y dejé mis cómodas zapatillas de ir por casa junto a mi cama. Luego, las tres salimos a descubrir todos los rincones de ése nuevo lugar, que sería para las tres, un nuevo hogar durante mucho tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta!! Amo esta historia! Ya quiero saber qué pasará.
Sube pronto!
Girl